Nuestra historia

Historia de una casa

Más de 520 años

La antigua casa de San Martín de Morcat ha sido el hogar de nuestra familia generación tras generación. Con más de 520 años de historia sobre sus cimientos, el paso del tiempo había hecho mella en su estructura, deteriorando la belleza rural de la vivienda y comenzando a mostrar indicios de desgaste en su solidez.
Con el fin de revitalizar el hogar que acogió a nuestros padres y abuelos antes que a nosotros, en 2008 comenzamos una larga obra que no vio su final hasta el año 2011. La nueva casa no solo comprende la estancia en la que nos alojamos nosotros, sino también cuatro amplios y acogedores apartamentos donde nuestros huéspedes disfrutan del enclave natural del que ha disfrutado nuestra familia durante centenas de años.

Ubicación

Entorno único

La ubicación y el entorno donde se sitúan los apartamentos permite gozar tanto de absoluta libertad de movimiento como de paz y tranquilidad con todas las necesidades cubiertas.
Fundirse con la naturaleza paseando por nuestros bosques y barrancos, contemplar las estrellas del firmamento en el cielo nocturno, realizar preciosas excursiones al aire libre, bañarse en las múltiples pozas naturales a apenas 5 minutos andando desde la casa, o incluso llegar a la preciosa cascada del final de la ruta, son experiencias únicas de las que disfrutan nuestros clientes.
En función de las actividades que se pretendan realizar y de la intencionalidad del viaje, los anfitriones nos ofrecemos a proporcionar información y a asesorar sobre aquellas excursiones, rutas, actividades, paseos, pueblos y ermitas que consideremos que os encantarán para así hacer vuestra estancia lo más enriquecedora posible, siempre ajustándonos a vuestras necesidades y situación.

1682

Existían dos casas en la villa, la Casa Sampietro y Casa Bellosta, es en este mismo año Maria Sampietro y Juan Bellosta, herederos de ambas casas se unen en matrimonio unificando ambas casas, con esta unión y con la reforma de la casa se levanta una nueva capilla adosada en la casa y utilizando los restos de la antigua Ermita que da nombre a esta población.

1693

El día 1 de octubre, Don Pedro Gregorio y Antillon, Obispo de Huesca, que se encontraba de visita en Santa Maria de la Nuez. Concede licencia a Mosen Pedro Alastrué, Regente de la parroquia de Puy-Morcat para bendecir la ermita de Juan Bellosta, pudiendo celebrar en ella el Santo Sacrificio de la misma.

1723

El 2 de mayo el nuevo obispo Don Pedro Gregorio de Padilla, visita personalmente la capilla, concediendo 40 días de indulgencia a los fieles que devotamente rezaran de rodillas varios padres nuestros y avemarías delante de la imagen de San Martín y rogaran a Dios por la exaltación de la Santa Fe Católica y extirpación de las herejías.

1741

El día 28 de mayo, El Obispo Don Cayetano de la Peña y Grande, en visita pastoral a Morcat, suspende el uso de la capilla, hasta tanto no se haya expreso la necesidad o utilidad de ella.

1791

En el 11 de noviembre en conmemoración al Santo de San Martín y festividad en la villa, Pedro Bellosta nieto de Juan Bellosta dirige una instancia al Obispo solicitándole licencia para proseguir el culto, ya que no han desaparecido los motivos que llevaron a la creación de la capilla. Con el Informe favorable del Mosen Lorenzo Varón, rector de Morcat, el obispo autoriza el culto, con la condición que el suplicante se obligue a mantener decente la capilla y provisto de ornamentos y vasos sagrados.

Hoy en día

El Caserío de San Martín, ha pertenecido sucesivamente a los ayuntamientos de Morcat, El Pueyo de Morcat, Sieste y últimamente Boltaña. Por la tradición oral, se conserva el topónimo de “Olivar de la ermita”, refiriéndose a una faja de terreno situado por debajo de la vivienda, deducimos la existencia de una originaria ermita, hoy en día desaparecida, dedicada a San Martín, y que dio origen al nombre de la casas en su origen. La capilla sigue en uso, y es lugar de culto para todos aquellos que deseen celebrar eventos como bautizos, comuniones, o bodas a los piés de San Martín de Morcat.


San Martín y su capilla

Historia del Santo Martín

San Martín de Tours; Martín nació hacia el año 316 en Sabaria, hoy en día Hungría. Hijo de padre militar destinado en Italia, Martín conoció allí el cristianismo.
En Amiens “Galia” se fijo en un pobre, que se encontraba en la puerta de la ciudad helado por el frío y pidiendo caridad. Viendo que la gente pasaba por su lado sin prestar la menor atención ni ayuda al pobre, Martín saco su espada y corto su única capa de lana por la mitad, dando la otra mitad al hombre pobre. A la noche siguiente, Martín vio a Jesucristo en sueños rodeado de ángeles y vestido con la mitad de la capa que el había regalado.

A consecuencia de esta visión Martín se convirtió al cristianismo y del lugar donde se guardo la capa de San Martín como reliquia, se origino el nombre de la “Sainte Chapelle” derivado de la palabra Cappa que mas tarde derivaría en la palabra Capilla.

Hacia el año 356 San Martín dejo el servicio militar y se marcho a Poitiers donde fue ordenado diácono y autorizado a retirarse a una humilde cabaña en Ligugé, muy cerquita de Poitiers. Otros ermitaños se asentaron alrededor de su cabaña y la comunidad construyo un monasterio.

En el año 371 el obispo de Tours falleció y el pueblo reclamo para el, el cargo de Obispo, aunque como tal tuvo una vida austera, se retiro en Marmoutier, junto a una pequeña comunidad cristiana.

Falleció el 8 de Noviembre del año 397 en la ciudad de Candes y siendo enterrado tres días mas tardes en Tours. Es por esta bonita historia que se representa a San Martín montado en un caballo, cortando su capa con una espada a las puertas de una ciudad y con un pobre a sus pies.

Condado de San Martín dispone de un retablo restaurado con esta imagen, no se ha podido datar la fecha ni el autor de esta reliquia. Pero si que se encuentra custodiada con orgullo y devoción por ser el motivo de la historia de esta villa.